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Foto del escritorEvelyn Rojas Pereyra

Edipo de Virgilio Díaz Grullón


Considerado como uno de los mejores exponentes de la literatura dominicana en el género de cuentos, Virgilio Díaz Grullón en Edipo, nos presenta una historia con matices descriptivos, detallistas, pero sobre todo, un argumento y una estructura que capta de inmediato la atención.


Bajo este mítico nombre, somos seducidos por una historia en la que el recurso de la estructura circular, de principio a fin, nos absorbe, y mientras vamos abordando estos círculos, comprendemos la lucha interior de Eduardo, personaje principal, en la relación con su progenitor.


Hurgando en la memoria del personaje, Díaz Gullón expone fragmentos vividos por éste, presentando matices de la personalidad extrema de cada personaje, lo que nos lleva a enfrascarnos en una inquietante sed de saber y entender: ¿porqué Edipo?.


¿Edipo por reflejarse en algún tamiz, la mitología en la que éste mata a Layo, sin saber que era su padre?, ¿Edipo vinculándolo a la teoría del psicoanálisis de Freud en la que se yuxtaponen el amor a la madre y el odio hacia el padre?.


Viviendo una realidad, la mente de Eduardo divagaba entre un traspiés, la cronometría de un reloj y múltiples recuerdos de un padre avasallante que aniquilo su vocación. Expresiones fuertes y frases lapidantes enmarcan el recorrido hacia la morada final, en la que él, perplejo y atónito, revive fragmentos que marcaron su existencia.


De ahí que percibo en la historia una mayor semejanza con la mitología, en la que aunque distando en el contexto, la muerte del viejo, significó la liberación del yugo y opresión paternal, pues en el divagar de sus pensamientos y acciones, la muerte fue un aliciente a esa mente atormentada. Eduardo, fue un Edipo que deseo profundamente la muerte de su padre y que estaba viviendo en este momento ese deseo cabal.


Esta narrativa circular termina en donde comenzó, y pasando los ambientes, el tema y los diálogos, cierra la circunferencia atravesando las emociones de Eduardo, con el ultimo ladrillo del nicho, que significó un respiro, una nueva oportunidad de ser y un cierre con la muerte del padre, que sería un renacer para él.



17 de marzo 2021,

Santo Domingo, República Dominicana

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